Esta es la hora cuando el calor, cede, y da paso a la brisa de casimedianoche.
¡Dejémosla que entre! que se abra paso en este desorden, que desate nudos de rabia y pena. Que queme los restos de lagrimas atascadas y componga una décima triste... que contraste con el color de la primavera, que limpie y borre los errores, que deshaga palabras y temores.
Ya son tiempos de ordenar. Abrir la bolsa grande de basura... y con la brisa de casimedianoche seleccionar lentamente, cuales son las notas y acordes que merecen seguir estando en esta Rapsodia que a ratos parece más un réquiem.
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