Una nota mental desde hace días llevo guardada sobre el año que pasó. Si se tratara de números, entradas, reseñas o cuentas públicas pues tomaría muchísimo tiempo. Pues si, el 2011 cargado de sal, etileno, endorfinas y porsupuesto GH dejó una que otra cicatriz, unas cuantas encrucijadas a medio terminar pero sobre todo material de aprendizaje.
Un poco apagando y siendo más selectiva, preparando el terreno para lo que venga, con confianza ciega y profunda esperanza que si algo aprendí el año viejo es que NADA es en vano.
Nota especial a quienes compartieron tiempos de sal, etileno, endorfinas y GH.
....hasta la próxima invasión de las letras
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