Por la misma senda que el amor abrió... la pena camina.
La palabra de moda los últimos días es sensibilidad, entendida como la capacidad de leer emociones en otros de manera asertiva y si... es verdad estar en una carrera dónde abundan los úteros genera estados de misantropía elevadísimos en quien escribe. Es que much@s justifican falta de compromiso con variaciones en estados anímicos y el famoso "stress". Desde que abandoné el mundillo de las redes sociales, le doy espacio a la más antigua y preciada de mis manías... observar a la gente, no mirarla ... observarla. Pues bien, resulta que bajo toda la misantropía hay un pseudo ser bastante sensible... y en menos de 48 horas ya estoy tratando de objetivizar distintos problemas del corazón y Dios! que fácil es hablar desde afuera y qué triste que es ver el cuadro justo en que los corazones se rompen como un cristal... y qué triste es ver como la sal hace que la pena camine por las heridas... qué desesperanzador es ver los ojos sin asombro de quien cree haber llorado toda el agua del mar...
> Como me gustaría tener maquinas del tiempo para consolar a todos los corazones de cristal rotos... y demostrarles con un pequeño flash-forward qué las cosas van a mejorar.
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