El punto es que después, salí del metro y el frío de la ya tan vilipendiada onda polar me golpeó fuerte. Tan fuerte que en vez de pensar en la inminente hipotermia que atacaba mis manitos, pensé en los libros de Jane Austen, si si se que es una extraña conexión pero bueno, hoy sentí que Santiago podría ser Derbyshire o algún lugar perdido de Inglaterra...
Quizás sean tiempos de Jane Austen
Conclusión...
A leer!!
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