abril 29, 2013

(esta un poco de moda hablar sobre amores)

para no perder el cliché.

Era evidente, tenía que escucharte. Hablar sobre uno mismo tiene ese efecto en otros, es como leer y mirar a través de una lupa. Todo aumenta. Comentaste sobre viajes, sobre el futuro, sobre como miras el trabajo de otros. Parece que dejé de escucharte realmente y completé sola tus frases. Descubrí en tí, las facciones de mi amor de infancia. Quise entonces acercarme, pero algo siempre lo impedía. Entonces me conformé con mirarte y como de costumbre imaginar escenarios. Me permití el gusto de mirar con más descaro, intenté sin éxito descifrarte. Pero es simple al inconsciente le bastó solo el detalle de tu natural parecido a mi ex-amor de infancia y tus palabras adornando una "realidad" bella... para echar a volar la extraña maquinaria del cerebro.

Sin hablar ni conocernos eras uno más de la lista de "los amores de mi vida". Tenías un lugar especial y lunes a lunes te ganabas con distinción tu trono.

Mas en alguna parte de la historia, se desmorona todo. Compartimos más tiempo, comentaste chistes machistas, te volviste en 1 segundo egocéntrico y detrás de esa mirada que imaginé cautivante no había más que desdén por la realidad, asco de todo y la constante réplica de que Santiago es feo... que la capital de más allá, que Europa nosequé, que el edificio tanto...
Me sorprendí de tu falta abismal de léxico en tanto a adjetivos. Fue frustrante saber que enmierdas a todos y a todo, sin autorreconocerte como parte de la Mierda.

Duraste casi 2 meses en mi lista de amores. Ahora eres uno más de la lista ... que como dice el buen J.Gonzáles. Deberían hacerse un favor e irse del país. 

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