Quisiera contarte, quizás hasta tal vez gritarte...
De primaveras pasadas y sueños rotos, de árboles frutales tontos, de una que otra margarita y palabras concretas. Quisiera tener ése tiempo de antes en que reflexionar parecía un quehacer diario. Podría contarte tantas cosas.
Quizás tu promesa fue en vano... te perdiste en lo gris y clásico de Santiago.
Sigo esperando compartir un ristretto amargo, escucharte un poco teorizar sobre mi vida y quizás hasta dejar salir una sonrisa... no lo sé.
Podría inventar una tierna excusa, pero lo sabes, eso no está dentro del contrato... así que me aguanto el grito y las ganas de hablarte... lo permuto por una entrada semi-dulce con gusto a café latte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario