La verdad, siempre rescato a Kavafis en tiempos como éste.
Ni a los Lestrigones, ni a los Cíclopes,ni al feroz Poseidón has de encontrar,si no los llevas dentro del corazón,
si no los pone ante ti tu corazón.
Todos los problemas apartenes están ahí, en el musculito aquel. Se tejieron durante tanto tiempo, que guardaron una ponzoña tal, que el veneno parece tomar forma, forma de cíclope, de lestrigones o simplemente de nudo en la garganta. Nudo que no deja hablar, nudo que impide pensar, nudo que hace que el sueño le quite más horas al día. Nudo que hoy parece amarrar todas las fuerzas. Tirándolas hacia un lugar indefinido.
Que extraño es sentir el nudo sin poder quitar la amarra. Que extraño es pensar que el nudo lleva mucho tiempo ahí, creciendo y creciendo. Que extraño es querer cortar todas las amarras y solo quedarte mirando y pensando.
Por cual empezar?
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