diciembre 22, 2011

Frustración

Al fin logré ponerme los anteojos del narrador omnisciente, con los cuales el color de las cosas es levemente más sutil, permite diferenciar emociones de pensamientos, ideas de sueños... entre otros. Parece que por fin permití que el etileno entrara a discreción por toda las fibras. Han pasado varios días desde las vacaciones. ¿Podría haber hecho más cosas? Si siempre se puede hacer más. Pero estoy en paz... tranquila, pues al fin entendí que el estado de frustración constante lleva inexorablemente a buscar las gafas de narrador omnisciente. Esas que permiten ver realidad presencial. Disfrutar y jugar un poco a sentir más...

El último y más grande de los pasos... dejar de ser omnisciente para ser protagonista.

We are working on that' 

No hay comentarios: