Parece que las cosas cambian, el tiempo pasa y todos crecemos, el punto es que yo soy un enigma para la evolución, un de esos seres que se resiste a la teoría del bueno de Darwin y se queda así tal cual como está ahora... y como está hace algunos varios años... impávida y pensando siempre que las cosas NO van ... y NO tienen que cambiar...
Mientras me acostumbro a la buena noticia que sabe a pomelo... miro los atardeceres en busca de respuestas... y de los años que de un momento a otro me golpean la cara como gritándome, que llegó el momento de madurar, que llegó el momento de hacer que los acordes frutales del cielo con diamantes, se ahoguen en etileno y de una buena vez, se conviertan en frutos aptos para el consumo... y no en una fruta verde que se esconde del sol, para no ser descubierta y guardar así todos los sueños y secretos que esconde tras esa gruesa cascara....
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