[Entrada rescatada del escritorio y los borradores]
* De mañana, se subió al metro como siempre, un poco sin presiones un poco disfrutando, ¿Diferencias? ... se bajaba hartas estaciones más allá de lo acostumbrado. El último tren casi siempre va vacío (escuchó en uno de los dobleces de su cabeza) sin esperar más caminó se sentó(así de vacío iba). Unas estaciones más allá recordó esa sensación ida de años ya acontecidos, sintió el sol de la mañana en su cara (música como siempre en los oídos). ¿Un Dejavu? si... cuantas veces no fuiste sentada así mismo, casi por inercia imaginando nunca estar en el lugar en que te encuentras ahora. Pero no paraba ahí. Sabías perfectamente que la distancia entre Baquedano y Bellas Artes es un poquito más que las otras y que hay una curva engañosa. Te bajaste en esa acostumbrada estación ... dudaste, es que ...igual que la primera vez te equivocaste de salida. No importaba, el tiempo estaba y de sobra...
Volviste a acariciar ese dulce olor del centro, ese que mezcla de manera artística el maní confitado, las sopaipillas, el mote con huesillo, las palomas, las máquinas de aire acondicionado, el diario de la tarde y el ir y venir de los pasos santiaguinos.
Pero algo de ese dulce olor era distinto, podías moverte con tal tranquilidad en esas tierras, "como esperando nada". Sólo con el afán de seguir con la tradición fuiste al café de siempre mirando de reojo las callecitas de bandera con agustinas... Así llegó a tus manos a la temperatura ideal, sonreíste gratis a la persona de la barra (sin dejar ir el detalle de los flashbacks). No fue hasta que sentiste el sabor del primer sorbo en algún lugar de tu boca... que notaste la gran diferencia de todo...
Pasó el tiempo, pasaron cosas, pasó la primavera, el verano, el otoño y el invierno... para que yo volviera al lugar de siempre. Una primavera cualquiera, una primavera con olor a viejos tiempos...
*Fecha original: 17-11-2009
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