Miro por la ventana, una ventana especial, esa desde dónde se puede ver el pasado y los caminos recorridos. Hace un año exacto todo era distinto. Habría apostado en mi contra dos veces a que no estaría donde estoy ahora, que el esfuerzo sería en vano, que el sudor y las lágrimas del pasado año se harían vapor y escaparían. Distinto final tubo la historia. Es que a veces el destino no es destino... sino un puente que creamos hacia personas u objetivos... La intención es lo que vale en estos casos, yo quise crear un puente hasta hoy y me gusta como se ve todo desde el otro lado del río... y se que aunque quedan muchos otros por cruzar siempre podremos mirar por la ventana a ver si sacamos una nueva enseñanza que nos ayude a vivir el hoy plenamente, felices radiantes expectantes alegres...